
La búsqueda es natural en el hombre. Su incansable cuestionar lo [nos] ha llevado a investigar, desarrollar y crear, de ahí que estamos en donde estamos.
Qué sería del mundo sin los botones, los lápices, los hilos dentales... [los dos], las máquinas de coser, los focos, las peinillas, los autos, los zapatos, las botellas, los teléfonos, las cerraduras, los radios, las trampas para ratones, los largavistas, y todas las demás cosas que podamos mencionar. [Sí, ¿que sería?... ¿Sería?]
Esa búsqueda indetenible es el motor de todo.
¿Dónde inicia?
-En la mente-.
[¿el corazón?]
¿A dónde nos lleva?
[...]
Quizás a seguir experimentando para ver si el pequeño Frankenstein aprende a decir "papá".
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